El fin de semana pasado, leyendo un blog post sobre como encriptar tu disco rígido volví a reflexionar sobre que es lo mínimo que cualquier persona debería hacer para proteger su computadora en caso de que la extraviase o perdiera.

Obviamente no es la primera vez que hablo del tema, pero nunca me senté a escribir una versión más holística de las pequeñas cosas que podemos hacer para proteger nuestra información de ojos de terceros, ya sea malintencionados o no.

Tal y como habla el artículo, full disk encryption es un buen primer paso, aunque desafortunadamente con eso solo no alcanza. También es importante elegir una buena contraseña de usuario, así como recordar nunca estar conectado a la red con la cuenta de adminstrador.

Ahora bien, qué pasa cuando nos alejamos de la computadora por unos minutos en busca de un café? De forma similar, qué pasa cuando terminamos de trabajar al final del día? Ambas situaciones tienen mucho en común: tu estación de trabajo debería bloquearse automáticamente después de unos minutos de inactividad, así como pedirte que vuelvas a ingresar tu contraseña al reactivarse luego de salir de sleep mode.

Finalmente, quizás la última contraseña que deberías saber de memoria es la de tu adminstrador de contraseñas, porque.. seguramente estás usando uno, verdad? Afortunadamente, hoy en día hay muchas buenas alternativas para elegir, ya sea WEB-based, de escritorio, lo que fuera, sólo es importante saber que el producto que usás tenga una buena reputación en la industria de seguridad, que los algoritmos de encriptación que use sean abiertos y bien documentados, y que el producto soporte las plataformas que usás cotidianamente.

En definitiva, no importa que tan saturada esté tu cabeza con las cosas del día a día, todos podemos recordar las tres contraseñas que nos mantienen seguros tanto frente de la compu, como cuando no estamos cerca. Con un poco de suerte, ninguno de nosotros está tan quemado [todavía] para no poder recordarlas!